Siempre que queramos podemos comunicarnos con nuestro/a niño/a interior. Al hacerlo, podemos darle voz para que nos
explique cómo está. Si aún se siente incomprendida, sola, rechazada, asustada, abandonada, triste, no escuchada, ignorada,...
AHORA Yo, que soy Ella, puedo ayudarla y acompañarla para sanar su herida, que también es la mía. AHORA tenemos las
herramientas y recursos para sanarnos a las dos. Solo con escucharla y saber qué necesita es suficiente para darle mi cariño y volverla a sentir cerca, llenando un hueco que estaba
vacío.
AHORA
Ella también soy yo, su energía está conmigo, Ella y yo nos volvemos a fundir.
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