Más que una técnica de relajación alternativa o prevención del estrés, el Reiki es un
camino de auto-descubrimiento y sanación a todos los niveles, físico, mental y emocional. Reiki lo es todo, y cuanto más lo
practicas más lo amas. Reiki es AMOR.
SABÍAS QUE…
Desde el año 2000 REIKI ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
como una terapia complementaria de sanación y se
emplea en algunos de los mejores hospitales del mundo con
gran éxito, ya que los pacientes que reciben tratamiento Reiki mejoran con más rapidez que aquellos que no lo reciben.
Pero el REIKI llega mucho más allá del cuerpo físico. Resulta eficaz en multitud de molestias y trastornos tanto físicos como psicológicos, como la ansiedad, el
estrés, el insomnio, la artritis, las jaquecas, los problemas gástricos y también actúa como sanador de bloqueos emocionales profundos.
Es una energía preventiva y curativa. Ayuda en las terapias de desintoxicación, reduce los efectos secundarios de todo tipo de tratamientos, incluyendo la
quimioterapia,por ejemplo. Acelera los tiempos de recuperación y mejora el estado
general de personas sanas o enfermas, ya que equilibra las energías, libera las
emociones, desarrolla la conciencia, aumenta la creatividad y eleva la energía vital.
Los niños y las embarazadas son muy receptivos a la energía Reiki.
Trabajando con Reiki, se puede
tratar básicamente cualquier tipo de padecimiento, ya que la energía fluye a donde más se necesita, debido a que al canalizarla al paciente, ésta tiende a equilibrar su sistema energético balanceando su
funcionamiento, por eso se dice que “la energía es inteligente”.
Reiki es por completo un tratamiento natural ya que todo lo que hace el terapeuta es colocar sus manos sobre diferentes partes del cuerpo de la persona que
recibe la energía para equilibrar la
energía sutil en la persona o receptor y con esto mejorar su estado de salud.
En general el paciente que recibe Reiki tiende a entrar en un
estado de relajación. Se pueden tratar malestares tan diversos como los
siguientes:
abscesos, accidentes, acné, adicciones tales como
drogas, alcoholismo, tabaquismo, y de todo tipo, bocio, bochornos, cáncer, catarros, demencia, desmayos, desnutrición, edemas, enfermedades crónicas, fiebres, fracturas, gota, hemofilia,
impotencia, insolación, lupus, luxaciones, menopausia, obesidad, quemaduras, etc.
Reiki también
sirve para ayudar a sanar heridas de tipo emocional, tales como emociones no asimiladas:
rencores, resentimientos, miedos, fobias, culpas, ansiedad, odio, así como también ayuda a mejorar las relaciones entre las personas para que éstas se desarrollen en justicia y armonía.
Este artículo ha sido extraído de El Viaje del Alma- Terapia y cursos de desarrollo (facebook)
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